Por qué escuchar música clásica y cómo hacerlo

Decíamos en el anterior artículo que «cuanto más grande es el esfuerzo, mayor es la satisfacción». Pues bien, disfrutar de la música mal llamada clásica requiere un esfuerzo que consiste principalmente en una reiterada y atenta audición de cada una de las piezas de las que vamos a disfrutar durante el resto de nuestra vida. Eso no es discutible: una vez la tenemos en nuestra play list cerebral, nunca va a salir de allí. Incluso las podemos recuperar mentalmente en reuniones y conferencias aburridas para así aprovechar el tiempo en lugar de perderlo. La música comparte esa capacidad con la poesía.

Todo el mundo comprende el sacrificio y tenacidad necesarios para conseguir determinados resultados en nuestro físico pudiendo pasar horas y horas repitiendo los mismos ejercicios para conseguir una milésima más de músculo o mejorar una marca personal. Sin embargo no nos preocupa, ni de lejos, desarrollar nuestras capacidades mentales con la misma tenacidad. Sí, vemos películas, principalmente series, incluso algunos leen libros, principalmente de autoayuda o best sellers creados con el algoritmo de Amazon o el marketing editorial, pero normalmente son actividades que no requieren ningún tipo de esfuerzo intelectual; no son entrenamientos como los que se realizan haciendo crossfit sino actividades que nos entretienen y nos relajan, que no es poco, pero tampoco mucho. El filósofo riojano Gustavo Bueno decía respecto a la música que nos ocupa:  “La persona que dice que no le gusta la música clásica, no es que no le guste, es que ¡no la entiende!, es necesario un trabajo previo de conocimiento del tiempo y la sucesión o duración, y una escucha constante de la obra, y este interés por la obra se obtiene de manera innata o estudiando, ¡trabajando!. Al que no le guste un cuarteto de Beethoven –dice- ¡peor para él!, ¡que lo estudie!”

La música y la filosofía

Gustavo Bueno dedicó muchos artículos al binomio filosofía-música, y es que ambas disciplinas están muy relacionadas: al profesor Bueno le hubiera gustado dedicarse a la música (de hecho tenía dos pianos de cola creo que en su casa o en la fundación que lleva su nombre) y Nietzsche, por poner alguno de los muchos ejemplos, fue pianista y compositor de gran multitud de piezas musicales llegando a afirmar en sus escritos autobiográficos que  ‘la música reúne en sí misma todas las cualidades: puede embelesar, serenar; es capaz de amansar el ánimo del más tosco con sus tonos melancólicos. Pero su facultad esencial es la de dirigir nuestros pensamientos hacia lo alto, la de elevarnos, conmocionarnos…». El profesor Bueno aclara que «lo que se entiende por música actual o música moderna no es propiamente música sino más bien danza, baile», y cita a la etóloga Goodall (Premio Príncipe de Asturias) y sus estudios sobre la “danza de la lluvia”, una danza ejecutada por chimpancés que se parecería mucho a los bailes de los jóvenes de hoy en las discotecas; no en vano, dice, ambos, humanos y chimpancés, somos primates. No he visto esas danzas simiescas, así que no puedo opinar.

Luego volveré al binomio música-filosofía, pero antes quiero hacer una reflexión respecto a la utilización del término «música clásica» para definir determinado tipo de música. Cuando hablamos de «arte clásico» nos estamos refiriendo al que se produjo en el clasicismo griego y romano y por tanto previo al arte medieval, por citar períodos algo amplios. Lo mismo ocurre con la arquitectura clásica, que fue seguida por el renacimiento, el barroco, el clasicismo, el romanticismo … al igual que la pintura o la escultura. Sin embargo hablamos de música clásica. Ocurre que el resto de artes tiene vestigios físicos que permiten su identificación mientras que la música es un arte etéreo del que no tenemos huellas hasta la aparición de los primeros sistemas de notación musical, primero a través de neumas y posteriormente de lo que conocemos actualmente como partitura. Es de esta forma que empiezan a fijarse determinadas melodías, primero en los monasterios con el canto gregoriano hasta la difusión de las partituras a través de la imprenta que tendrá su implosión en centroeuropa durante el romanticismo. Dicho todo de forma muy breve. Así, la música pasó por distintos períodos al igual que el resto de las artes, pudiendo hablar de música renacentista, barroca, clasicismo, romanticismo, moderna y contemporánea, incluyendo bandas sonoras. Cuando se habla de música clásica se hace referencia al período que va desde el barroco hasta el impresionismo, pero en realidad la música a la que hago referencia aquí es toda aquella que no tiene que ver con la llamada popular, que siempre ha existido, ya sea a través de juglares, trovadores, troveros o minnesingers en la alta edad media, de las canciones tradiciones o de las manifestaciones populares surgidas a partir de principios del siglo XX, principalmente con la aparición del fonógrafo, una tecnología sustitutiva popularmente de la notación musical. Este resumen, que compendia tomos y tomos de historia de la música, es totalmente criticable, pero no puedo escribir más en menos. En la actualidad se sigue componiendo música que pasa a ser denominada clásica, cuando de clásica no tiene nada como lo fueron por ejemplo las composiciones de Oliver Messiaen con el primer instrumento electrónico, las ondas Martenot, creadas en la primera mitad del siglo XX, o uno de los primeros sintetizadores, el RCA Mark II, usado por Milton Babbitt y John Cage, otro músico filósofo, creador del concepto de música aleatoria, al que llegó por mediación de su estudio de la filosofía india y del budismo zen.

Música y filosofía están tan estrechamente unidos que comparten papelera en los planes de estudio. Sin ánimo de abundar en teorías conspiranoicas, tal parece que existe una voluntad manifiesta de reducir las conexiones sinápticas de nuestros jóvenes. Por una parte, la música desarrolla la memoria del área donde está ubicado también el lenguaje como ya vimos en mi anterior post «la música y la utilidad de lo inútil». También incide en la capacidad de concentración, la comprensión de escenarios complejos, la armonización entre distintos, la relación entre distintas ideas, la percepción sensorial y la coordinación de tesis y antítesis (punctum contrapunctus) entre algunos ejemplos. No está de menos recordar que entre las últimas tendencias en materia escolar figura suprimir el aprendizaje a través de la retentiva. Se acabó el memorizar. ¿Para qué mejorar la capacidad de retención? Pues simplemente para tener información accesible de forma inmediata y poder formular pensamientos complejos que requieren su disposición directa. Pero formular pensamientos requiere también la aplicación de la lógica y la comprensión de las distintas corrientes de pensamiento a través de la historia; es decir, requiere estudiar filosofía. Si suprimimos o, digámoslo de manera más suave, reducimos la capacidad de pensar y la de recordar, estaremos formando súbditos. No es de extrañar que la forma habitual de comunicación hoy en día sea la del envío de mensajes de voz o de texto. Esa comunicación discontinua permite la búsqueda de información en la red para la elaboración del mensaje. La configuración de los futuros cerebros no permitirá el debate presencial, algo que ya estamos viendo en muchos políticos que se limitan a repetir los eslóganes o discursos pre-elaborados incluyendo twits encadenados. Fin de la no teoría conspiranoica.

La escucha musical

En uno de los ejemplos musicales más complejos como es el de la música sinfónica, nos encontramos con multitud de instrumentos agrupados por su timbre o color: el metal (trompeta, trompa, trombón y tuba), madera (flauta, flautín, corno inglés, clarinete, clarinete bajo, oboe, fagot y contrafagot), cuerda con arco (violines primeros, violines segundos, viola, violonchelo y contrabajo), cuerda percutida (arpa y piano) y percusión (timbales, caja, bombo, triángulo, marimba, platos, campanas y algunos más). ¿Tocan todos al unísono la misma nota? Evidentemente no. Cada grupo de instrumentos es responsable de una línea melódica e incluso en ocasiones existen desdoblamientos en los que cada grupo puede ser responsable de distintas líneas melódicas. No todos los instrumentos intervienen durante todos los compases de una composición. La mezcla de los distintos timbres producen a su vez texturas sonoras distintas, siendo tarea del compositor escoger para cada pasaje los grupos de instrumentos adecuados. A su vez, no todas las líneas melódicas son lo que podríamos llamar «temas», dialogando entre sí y evolucionando hacia otros temas. Esas células melódicas o rítmicas – leitmotivs en el caso de la ópera wagneriana – son las que hay que reconocer cuando estamos abordando una nueva obra. Cada nota de cada instrumento no está puesta de forma casual. Conocer y disfrutar de una obra musical significa identificar todas esas células sonoras de forma individual y escucharlas al mismo tiempo en su conjunto, es decir las armonías que ha pensado el compositor. Melodía y armonía son conceptos básicos en toda música. Las otras dos son el ritmo y el timbre. Si a cualquiera de las canciones actuales le suprimimos la melodía, nos queda únicamente un acompañamiento, es decir un karaoke, con algunas honrosas excepciones cada vez más lejanas en el tiempo.

Almacenar en la memoria esta multitud de sonidos ordenados significa desarrollar todas las habilidades de las que venimos hablando. Los niños que a edad temprana escuchan la misma pieza de forma repetida, son capaces de ir almacenando esta información a la par que incrementan su capacidad de relacionar elementos, y la de concentración, sobretodo si participamos con ellos de la escucha, guiándolos. Se cree que los niños que están acostumbrados a convivir con la música disfrutarán de una mayor capacidad intelectual que el resto dado que la música es capaz de estimular la zona del cerebro encargada de la lectura, el cálculo y el desarrollo emocional. Si además participan en un grupo musical, ya sea tocando un instrumento o cantando en un coro, desarrollarán la capacidad de trabajar en equipo y asumirán que la calidad del trabajo depende del esfuerzo de cada uno de los participantes, de la cantidad de tiempo dedicada y de la dirección del líder, en este caso el director.

Y, ¿cómo hacemos los que ya no somos niños? Podemos igualmente mejorar nuestras capacidades, evidentemente no al nivel de un cerebro que se está formando, disfrutando intelectual y emocionalmente. Como nos explica Aaron Copland en su libro «Cómo escuchar la música», podemos hacer más honda nuestra comprensión de la música con sólo ser unos oyentes más conscientes y enterados, no alguien que se limita a escuchar, sino alguien que escucha algo.

Aaron Copland fue un compositor estadounidense del siglo pasado cuya composición más conocida es Fanfarria para un hombre común. Es autor también del ballet Rodeo (da gusto ver en este video una orquesta compuesta exclusivamente por jóvenes). Aquí tenemos al propio Copland dirigiendo su composición. Energía desde luego no le falta. Pero volvamos a su libro en cuya introducción Copland es muy claro: “Todo lo que tengo que decir en este libro se dice acerca de una experiencia que el lector sólo podrá obtener fuera de este libro. Por tanto, el lector probablemente perderá el tiempo al leerlo, a menos que haga el propósito firme de oír una mucha mayor cantidad de música que hasta ahora. Todos nosotros, profesionales y no profesionales, estamos tratando constantemente de hacer más profunda nuestra comprensión de este arte. La lectura de un libro puede a veces ayudarnos. Pero nada podrá remplazar la condición principal: escuchar la música misma.”

La consigna parece clara: escuchar, escuchar y escuchar. Sólo de esta manera seremos capaces de identificar y retener los distintos temas de una composición y su relación con el conjunto de la obra. Escuchad las obras hasta que seáis capaces de tararearlas (al menos mientras suenan). No olvidéis que nos gusta aquello que conocemos, por tanto, hasta que no lo conozcamos no nos gustará y, en el caso que nos ocupa, nos apasionará.

Fernando Sáez Aldana, es un médico, escritor y aficionado a la música, que ha elaborado una guía para escuchar música basada en el libro de Copland, y con su misma estructura. En la reseña del libro nos dicen que «de una forma rigurosa y amena el autor explica, sin complejidades técnicas, capítulos tan importantes como el lenguaje y la notación, las estructuras musicales y la rica variedad de formas, géneros y estilos desarrollados a lo largo de los últimos cinco siglos, desde el canto gregoriano medieval hasta la atonalidad del siglo XX.» No lo he leído aunque sí he visto un video de presentación de su libro. Sáez Aldana sabe de lo que habla y el libro cuenta con una ventaja que no tiene el de Aaron Copland: lleva incorporados los QR de cada pieza que utiliza en sus explicaciones lo que le convierte en un libro muy práctico.

A quien os recomiendo sin ninguna reserva es a Jaime Altozano , un joven compositor y productor musical que tiene un canal en YouTube dedicado exclusivamente a la música. En este enlace nos introduce en la música clásica (barroco, clasicismo y romanticismo) con un video de 14 minutos de duración. Los interesados pueden inscribirse al curso entero si lo desean (no llevo comisión y Jaime Altozano desconoce de mi existencia).

Estamos en período vacacional y seguramente disponemos de tiempo para realizar actividades para las que durante el resto del año no encontramos el momento, así que os facilito algunos videos que os pueden ayudar y que incluso quienes ya estén disfrutando de la música podrán disfrutar si no los conocen:

El músico británico Benjamin Britten escribió «Variaciones sobre un tema de Henry Purcell» como Guía de Orquesta para Jóvenes. En este video de 24 minutos conocemos el timbre de los distintos grupos de instrumentos y su integración en la orquesta a través de variaciones para cada agrupación.

Especialmente para niños es el cuento «Pedro y el Lobo», pieza escrita por el compositor Serguéi Prokófiev. Este video contiene una animación de Disney ; cuenta con la interpretación de la Philadelphia Orchestra y la narración de David Bowie con subtítulos en castellano. El compositor asocia a cada personaje del cuento una melodía tocada por un instrumento en concreto: a Pedro le corresponden los violines, al pájaro las flautas, al pato el oboe y así consecutivamente.

Cuando yo era un chaval, teníamos un único canal de televisión y su programación estaba diseñada para gloria del dictador, pero siempre recordaré dos programas en especial de los que no me perdía ni una sola emisión y que creo responsables de mi pasión por la música: Conciertos para Jóvenes, a cargo del director y compositor estadounidense Leonard Bernstein (el creador de West Side Story) y un programa de Jazz con conciertos de sus principales intérpretes. He localizado en YouTube todos los capítulos de Conciertos para Jóvenes y he revisado algunos de ellos para ver si siguen siendo de actualidad concluyendo que siguen siendo ideales para introducirse en la música. Aquí os dejo el link Tienen la opción de subtítulos automáticos y os los recomiendo. Son en blanco y negro, la calidad de imagen no tiene ninguna K, pero son maravillosamente instructivos sin necesidad de ningún conocimiento musical para seguirlos y entenderlos. Os aseguro que se os abrirá un mundo.

¿Por dónde empezamos?

Podéis empezar por donde queráis, pero si necesitáis una orientación aquí os dejo una selección de piezas agrupadas en una play list de Spotify que me ha costado más trabajo elaborar que el resto de este largo artículo. El problema ha sido seleccionar treinta temas de 600 años de producción musical. Quedan fuera multitud de enormes compositores y por supuesto de grandes obras. Los cortes corresponden a fragmentos y, si os interesa, podéis localizar la obra íntegra y disfrutarla. Lo único que necesitáis para trabajar con ellas, es escucharlas (no oírlas) repetidamente con toda la concentración de que seáis capaces, una y otra vez. Alguna sonoridad es posible que os produzca rechazo en un inicio, sobretodo si no tenéis por costumbre escucharlas. A mucha gente le ocurre al principio con las voces humanas, ya sean coros o arias, pero el oído se acaba acostumbrando. Tomad unas pocas y escuchadlas unas cuantas veces un día. Veréis de qué manera al hacer lo mismo al día siguiente el cerebro empieza a reconocerlas. El progreso es muy rápido.

Las condiciones de escucha ideales son por mediación de un equipo de alta fidelidad a un volumen adecuado. El actual grosor de las paredes unido al respeto de los derechos del resto de convivientes hace que no se dé un escenario óptimo. La alternativa son unos buenos auriculares, a ser posible con orejera, a un volumen lo suficientemente alto para percibir los sonidos de intensidad más baja pero no tan alto como para acabar perdiendo audición.

Incluyo algún comentario para tener un marco apropiado a lo que vamos a escuchar. No existe ninguna voluntad de virtuosidad en ellos.

SPOTIFY: ESCUCHA ACTIVA. MIZAOTEA.COM

  • Caligaverunt oculi mei – Tomás Luis de Victoria
    • Tomás Luis de Victoria es el mayor músico español de todos los tiempos. Pertenece al ranacimiento tardío. Este fragmento pertenece a los Responsorios de Tinieblas, en concreto al de Viernes Santo. Son composiciones polifónicas interpretadas únicamente por un coro masculino (ya sabéis, las mujeres no podían cantar por aquella época). Tanto la melodía como la armonía son de una belleza excepcionales.
  • Concierto para dos mandolinas y orquesta en Sol Mayor- Allegro – Antonio Vivaldi
    • Ya en el período barroco, los músicos empezaban a tener como valedores a la nobleza además de la Iglesia. La música de concierto empieza a tomar protagonismo para el entretenimiento de los nobles. Vivaldi, compuso más de 600 obras, de las que más de cuatrocientas fueron conciertos. Es también autor de algunas óperas y de música religiosa como sacerdote que era.
  • Las cuatro estaciones – Verano – Vivaldi
    • Vivaldi dominaba el violín y dejó buena muestra de ello en su obra más conocida.
  • Erbarme Dich – Pasión según San Mateo – J. S. Bach
    • Esta hermosa aria forma parte de la que es considerada por muchos la obra maestra por excelencia de la música de todos los siglos. Es uno de los paradigmas del contrapunto bachiano. El violín interpreta la melodía principal y cede su torna a la contralto mientras el violín dialoga con ella mediante fragmentos de la propia melodía logrando unas armonías de gran belleza. En el fondo, los contrabajos interpretan lo que en barroco se denomina el contínuo, en ritmo ternario y la cuerda compone bellos fraseos.
  • Aria de la Suite Nº 3 para Orquesta – J. S. Bach
    • Es una de las obras orquestales más conocidas de Bach siendo el segundo movimiento de la suite nº 3 en Re Mayor. En el link tenéis un análisis muy detallado de esta pieza. Nos sirve para conocer cómo es el análisis técnico de una pieza de concierto.
  • Variaciones Goldberg – 1ª Variación – J. S. Bach
    • Es otra de las piezas instrumentales más célebres de Bach. Son 32 las variaciones que escribió sobre el tema con el que se inicia la obra. Fueron compuestas para clave y posteriormente interpretadas en piano lo que permitió dar más expresividad a la música para teclado de Bach, calificada inadecuadamente por muchos de mecánica y matemática.
  • Zadok de Priest – Anthem de la Coronación nº 1 – George Frideric Handel
    • Esta pieza algunos la identificarán como el himno. dela Champions League que suena el los prolegómenos. de cada partido correspondiente a esta competición. Recientemente hemos podido escucharlo en la coronación de Charles IV.
  • Música para los Reales Fuegos de Artificio – La Réjouissance – George Frideric Handel
    • Fue un encargo del Rey Jorge II para la celebración de la firma del tratado de Aquisgrán. Pomposa y agradable
  • Concierto para Chelo y Orquesta nº 1 – Allegro molto – Joseph Haydn
    • Haydn fue el músico por excelencia del neoclasicismo vienés, maestro de Mozart y Beethoven. El concierto y la sinfonía experimentan una gran evolución. Aquí escuchamos el primer movimiento de su concierto nº para violonchelo y orquesta. El chelo actúa de solista estando la orquesta en modo acompañamiento. Más adelante evolucionarán hacia piezas en que solista y orquesta efectuarán hermosos diálogos.
  • Sonata para piano Nº 9 – Adagio – Joseph Haydn
    • La forma sonata tiene una importancia capital en la evolución de la música de concierto. Es una forma musical que se caracteriza por la exposición de un tema, su desarrollo y la reexposición o capitulación. Si bien es la estructura del primer movimiento, normalmente se extiende al resto de la obra. La forma sonata fue adoptada por las sinfonías, cuartetos de cuerda y conciertos para instrumento. Haydn marcó la forma y Mozart la asentó y Beethoven hizo con ella lo que le dio la gana.
  • Concierto para clarinete y orquesta – Adagio – W. A. Mozart
    • Mozart tenía una ilimitada inventiva para crear melodías a la vez que tenía un dominio excelente de la orquestación. En este segundo movimiento nos encanta con una deliciosa melodía con una orquesta que mantiene un diálogo intenso con el clarinete. Seguramente a muchos os sonará por formar parte de la banda sonora de la película Memorias de África.
  • Ave Verum Corpus – W. A. Mozart
    • Motete (breve composición coral religiosa) de una delicada belleza.
  • La Flauta Mágica – Obertura – W. A. Mozart
    • Es una de las óperas más representadas. La obertura tiene la forma sonata que ya hemos comentado. Como particularidad, fue compuesta por encargo de la masonería puesto que Mozart pertenecía a la misma logia que el encargante. Se divide en dos segmentos de 3 + 12 compases. El primer segmento presenta 3 acordes que se suelen relacionar con los rituales de la masonería. Con las repeticiones del segundo y tercer acorde se forma un conjunto de 5 notas (los números 3, 5 y 18 están relacionados con la masonería).
  • Sinfonía Nº 5  en Do menor – movimiento final – L. V. Beethoven
    • Beethoven es el músico que inicia el romanticismo musical y sus composiciones tienen una evolución desde el clasicismo del que se divorcia con su tercera sinfonía que revolucionó el mundo musical. Hay un antes y un después de su Eroica. El pasaje que os pongo es el final de su 5ª sinfonía, esa cuyo inicio conocéis todos. La célebre célula rítmica «pa pa pa pam» se repite constantemente en los 4 movimientos (un poco menos en el segundo) en cada uno de los distintos planos instrumentales, algunas veces con ritmo más lento y otro más rápido. Su final cambiando la tonalidad de Do menor a Do Mayor es espectacular y produce un efecto de liberación de tensión con una fuerza instrumental apabullante.
  • Sonata para violín y piano Nº 5 – 1er movimiento – L. V. Beethoven
    • Es una obra rompedora con el clasicismo. De un enorme lirismo, mantiene la forma sonata pero no mantiene la estructura de tres movimientos existente hasta la fecha, pasando a cuatro, igual que sus sinfonías.
  • Sonata para piano Nº 31 – 4 Fuga – L. V. Beethoven
    • Compuso sus tres últimas sonatas cuando su sordera era ya total. Alguno se preguntará como un sordo puede componer música si no la oye. La respuesta es que la creatividad y la técnica necesarias están en el cerebro y por tanto «solo» tenía que trasladar a la partitura lo que sonaba en su mente. Esta fuga viene precedida sin pausa del adagio que es el movimiento número 3. La interpretación que de ella realiza Alfred Brendel, encoge el corazón.
  • Sonata para piano Nº 21 – II Andante sostenido – F. Schubert
    • Fue la última sonata que compuso Schubert antes de fallecer con casi 32 años. El romanticismo logra una de sus cotas más altas con la belleza de esta composición. Prestando atención oímos de nuevo el motivo de las 4 notas de la 5ª de Beethoven. Este fragmento está maravillosamente utilizado en una escena de la oscarizada película «La Favorita», cuya banda sonora es totalmente clásica. También en esa gran película que es «Winter Sleep». Problemas para decidir entre la 20 y la 21, ambas prodigiosas.
  • Piano Trío Nº 2 – II andante don moto – F. Schubert
    • Otra delicia, muy utilizada por el cine. Imborrable la escena de «Barry Lindon» del juego de cartas. Ese ostinato del piano mientras el violonchelo interpreta su melodía en dos partes seguido del mismo ostinato intepretado por el violín y el piano ejecutando la melodía y todo el desarrollo posterior de estos elementos. Para derretirse.
  • Sinfonía Nº 3 – III Poco allegretto – J. Brahms
    • Su tema principal, que recuerda a un lied, confiado a los violonchelos, es al principio imaginativo, tierno y lleno de gracia sencilla, luego se vuelve reflexivo y meditativo, y finalmente soñador. Sigue un pasaje para los vientos, tranquilizador y casi suplicante, como una desaprobación de un anhelo inminente (wikipedia).
    • Johannes Brahms era una persona con nivel de autoexigencia tremenda. Destruyó muchas de sus obras y dejó inéditas también bastantes. Dotado de un excelente sentido del humor era a la vez algo gruñón, brusco y sarcástico. Es célebre su frase «Si hay alguien a quien no haya insultado, le ruego que me perdone».
  • Piano concierto Nº 2 – II Larguetto – F. Chopin
    • Intimista y amoroso, fue inspirado por un amor de juventud de Chopin: la soprano Konstancja Gładkowska.2​ Tiene estructura tripartita, con las secciones extremas plenas de efluvios amorosos, mientras que la central tiene un contrastado sentido dramático. La línea cantabile está adornada en una escritura a veces lánguida y otras de indudable contemplación erótica (Wikipedia).
  • Tristan und Isolde – LiebestodR. Wagner
    • La muerte de Isolda es la cumbre del romanticismo musical y el final de su ópera Tristan und Isolde. Es una muerte por transfiguración que sigue a la muerte deTristán. Una muerte que da paso a otra dimensión en la que habitará su amor; la pareja muere pero a pesar de ello su amor es inmortal. Las notas finales resuelven la tensión creada por el llamado acorde de Tristán del primer compas de la ópera, acumulada durante las 4 horas de su duración. La interpretación de Waltrud Maier es auténticamente conmovedora. El cromatismo de la pieza, su larga duración y la falta de referentes melódicos más cortos, hace que necesitemos más audiciones que las de los anteriores momentos. Os dejo un link a un video con la interpretación de Waltrud Maier.
    • En una ocasión en que vinieron a visitarme mi hermana y su cuñado, un tipo con el que empatizaba únicamente por nuestra pasión común por la música y con el que nos cruzábamos e-mails con fragmentos de interpretaciones, conecté en mi estudio el ordenador al equipo de música mientras veíamos y comentábamos fragmentos musicales. Llegamos al Liebestod con el video de YouTube ocupando toda la ventana del ordenador y mientras la música resonaba en el pequeño cuarto. Al finalizar, nos miramos y no pudimos más que reirnos pues estábamos ambos con los ojos llenos de lágrimas. Es el mejor recuerdo que conservo de mi ya fallecido cuñado que casi me pidió disculpas por su emotividad. No hice lo mismo; me encanta llorar de felicidad y más si es compartida.
  • El Ocaso de los Dioses – Marcha fúnebre de Sigfrido – R. Wagner
    • En la Alemania nazi , sirvió, heroica y trágicamente para crear el ambiente antes de cada anuncio radial de la muerte ‘heroica’ de una personalidad nacionalsocialista. Difundida a través de noticias semanales de Ufa , películas y transmisiones de radio, esta música llegó a millones de oyentes. Fue transmitido en particular antes del anuncio de la derrota en Stalingrado , así como el 1º de mayo de 1945, el día después de la muerte de Adolf Hitler. (Wikipedia)
  • Misa de Requiem – Dies Irae G. Verdi
    • El Dies Irae es una parte de la Misa de Requiem (de difuntos) precedida por el Kyrie. Se trata de un himno latino creado a principios del Siglo XIII que fue incorporado al ritual romano un siglo más tarde. El tema inicial del latín medieval (canto gregoriano) es la base melódica en la mayoría de Requiems compuestos. No. esel caso del que nos ocupa, ni tampoco el de Mozart, pero sí en los Requiems de Berlioz, Jenkins, Dvòrak, Cherubini, y muchos otros.
    • La melodía del Dies Irae medieval ha sido utilizada en multitud de películas, empezando por la que lleva este mismo nombre «Dies Irae» de Carl Theodor Dreyer, El resplandor, La Guerra de las Galaxias, el Rey León y un largo etcétera. El de Verdi que estamos escuchando lo utilizó Tarantino en su película Django Unchained. Os dejo la secuencia.
  • Cuatro últimas canciones – Nº 3 – Beim Schlafengehen – Richard Strauss
    • Sin duda alguna su composición más conocida es su poema sinfónico «Así habló Zarathustra» gracias a los compases iniciales que utilizó Stanley Kubrik en su obra maestra 2001, Odisea espacial. Es compositor de Óperas, Poemas sinfónicos y Lieder (canciones). El ciclo de las 4 últimas canciones es su obra póstuma; están basadas en textos de Herman Hesse y Joseph von Eichendorff. La que he seleccionado es mi preferida. De ella dice la revista Clasica 2 que «es un tránsito liberador donde el alma, libre al fin, vuela en el circulo mágico de la noche y en ello encuentra mil veces la vida. Música Clásica, poesía y emoción. Todo en uno.» 
  • Turandot – Aria “Non piangere Liù!”G. Puccini
    • La ópera es un género con multitud de obras maestras y grandes compositores. He escogido este fragmento por su belleza y por tratarse de una ópera a la que tengo vinculada muchos recuerdos.
  • Sinfonía Nº 5 – 1er mov. Marcha Fúnebre – Gustav Mahler
    • Es la sinfonía en la que Mahler trabajó más la orquestación escribiendo diversas versiones.. Es una obra extensa y consta de 5 movimientos. Significó una ruptura con sus composiciones anteriores y es un avance a la escritura atonal que adoptará de forma completa en su 9ª sinfonía. El primer movimiento es una marcha fúnebre en la que Mahler adopta. el motivo rítmico de las cuatro notas («pa pa pa pam») de la 5ª sinfonía de Beethoven. El segundo movimiento es el más conocido del autor por haber sido escogido por Luchino Visconti para su inmortal película «Muerte en Venecia».
  • La Consagración de la Primavera – Danza sacrificial – Igor Stravinsky
    • Esta música de ballet/concierto revolucionaria estrenada en París a principio del siglo pasado, obtuvo el rechazo tanto de público como de crítica. Sus innovaciones están tanto en la parte rítmica (varios ritmos simultáneos y repetidos cambios de compás), en el concepto melódico (prescinde de la conocida estructura de sonata con la repetición de melodías de tal manera que al oyente le crea un estado de incertidumbre constante), en las armonías (no busca la tonalidad en las confluencias de las notas de los distintos planos sonoros), y también en la orquestación con numerosos elementos de percusión y la emisión de sonidos agresivos del resto de los instrumentos.
  • Aria de la Bachiana Brasileira Nº 5 de Heitor Villa-Lobos
    • Compositor brasileño influenciado por la música brasileña y la europea. Compuso 9 bachianas grupo de obras que recibieron este nombre porque el compositor quiso mezclar el folklore brasileño con la forma de componer de Bach. Esta aria de enorme belleza está compuesta para voz y ocho chelos. En esta versión, está interpretada por la soprano Victoria de los Ángeles y dirigida por el propio compositor.
  • The Door, de la banda sonora de la serie para TV Chernobyl – Hildur Guðnadótti
    • Violonchelista y compositora islandesa. Ganadora del Óscar a mejor banda sonora por la película Joker. Es autora también de las bandas sonoras de Sicario, Tar, Ellas hablan, el Renacido, Arrival y más.
  • Requiem. V Confutatis. Karl Jenkins
    • Perteneciente al Requiem que compuso en 2005 en la muerte de su padre. Es un fragmento de polifonía homofónica (todas las voces cantando al mismo tiempo, sin ningún tipo de contrapunto). La repentina entrada de la trompa y las cuerdas es de una gran belleza.

Éste post sí que ha salido largo. Vais a acabar poniéndome en el spam, lo sé. El esfuerzo por mi parte ha sido grande y por tanto la satisfacción, si alguno de vosotros se acaba «enganchando» a esta música, será mayor. Satisfacción grande es la que tuve hace unas semanas. Gracias a las redes sociales contacté con un ex compañero de trabajo con quien, cuando rondábamos los 18, había hecho unas vacaciones de un mes en París. En nuestro reencuentro me explicó que él sólo escuchaba música clásica y que la culpa la tenía yo por haberle llevado, juntamente con un par de chicas portuguesas con las que compartíamos residencia, a un concierto para trompeta y órgano en la iglesia de Saint-Germain-de-Près, la iglesia medieval más antigua de París. ¡Va por ti, Manuel! Nos vemos el viernes.

PD: No tengáis ningún reparo en hacerme llegar vuestros comentarios tanto en el propio blog como por mail o cualquiera de las redes sociales. Estaré muy contento de conocer tanto vuestros avances como vuestras dudas. Tengo todo el tiempo que el destino me permita utilizar. Todavía no he oído su llamada (pa pa pa pammmmm).


Descubre más desde MI AZOTEA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

4 comentarios en “Por qué escuchar música clásica y cómo hacerlo

  1. Gracias por invitarme a tan maravilloso concierto. Estoy explorando tu play list y la estoy disfrutando. Sólo echo de menos, en la percusión, algunas toses. Gracias Agusti.

    Me gusta

    • Muchas gracias Ángela por tus ánimos. Escribo entradas demasiado largas, es un hecho.. Además del esfuerzo que significa para mi, lo que consigo es cansaros y provocar pereza a abrir los posts (ufffff otra vez el pesado éste jajaja) . Demasiada información. Voy a intentar enmendarme. ¿Quién me creo que soy para decirle a nadie qué música debe escuchar y cómo escucharla? Ahora estoy preparando uno sobre las últimas pelis que he visto, que creo será más corto. Me gusta escribir pero no me gustaría de que se me identificara con un abuelo y sus batallitas. Por cierto, ¿recibes en tu mail las notificaciones de las nuevas entradas? Parece que que no todos los suscriptores las reciben. 🙋‍♂️

      Me gusta

Deja un comentario