Pasolini II, (Filmografía y Asesinato)

Escribir esta entrada me ha llevado mucho más tiempo del que jamás pude imaginar. Pensé que visualizar toda la filmografía de Pasolini con el objetivo de aportar un punto de vista propio a la literatura ya existente era absolutamente imprescindible. Al final han sido sólo 12 películas. Una vez recuperado el sentido común, aunque tarde, he desestimado su publicación sabedor de que nada aguanta muchos minutos de lectura. Con el material que llevaba escrito casi alcanzaba para un libro. Queda poco para finalizar el año Pasolini y también el año en sí mismo, así que he optado por ser breve aportando algunas pinceladas sobre sus obras cinematográficas, aunque veo, releyendo esta entrada, que igualmente puedo haberme excedido a pesar de todos mis esfuerzos. Y empiezo, sin más preámbulos basándome principalmente, al igual que en el post anterior, en el libro Pasolini el último profeta con el que el escritor Miguel Dalmau fue premiado con el XXXIV Premio Comillas. Incluyo también alguna que otra aportación.

A lo largo de su filmografía, Pasolini abordó temas polémicos y tabúes como la homosexualidad, la religión y el fascismo, con un estilo único que siempre le mantuvo en el ojo del huracán, con fervientes admiradores y detractores.

Su primer largometraje, «Accattone«, es una historia de amor y violencia en el mundo del hampa, y estableció algunos de los temas que caracterizarían su obra: la marginalidad y la desigualdad social. Mientras Visconti y Antonioni miraban a la burguesía, Pasolini se centraba en los barrios marginales. En palabras de Ennio Morricone, «al principio Pasolini no tenía mucho oficio, pero sabía utilizar la cámara a su manera. La mantenía inmóvil, en largos planos secuencia, un poco como hicieron luego los hermanos Taviani. Además, sabía elegir muy bien las caras, los rostros y a menudo se inventaba personajes memorables». Pasolini conoce el cine y ama la pintura, principalmente el Trecento. En palabras suyas, «mi gusto respecto al cine no es de origen cinematográfico sino figurativo y lo que tengo en la cabeza como visión, como campo visual, son los frescos de Masaccio, de Giotto, que son los pintores que más me gustan, junto a ciertos manieristas …»

Bernardo Bertolucci, cuando ya era un director consagrado años después de haber ganado nueve Oscar con El último emperador, haría el siguiente reconocimiento: «Seguramente hay cosas de mis inicios en el cine que vienen directamente de Pier Paolo. Tuve la suerte de haber visto a alguien que inventaba el cine. Yo he visto el nacimiento del cine. Esto es un recuerdo que no se olvida jamás. Este recuerdo me vuelve a menudo, sobre todo cuando estoy rodando y llego al punto en que me pierdo y no sé adónde ir. Entonces mi salvación está en el retorno a los orígenes. Y el origen es Accattone de Pasolini».

En su siguiente obra, «Mamma Roma«, sigue la vida de una mujer que trata de salir de la pobreza en la Roma de posguerra abordando por primera vez el tema de la relación madre-hijo que, en palabras de Miguel Dalmau, preside su propia vida. En la película sustituye en su mente a su sacrificada madre por Anna Magnani. Las referencias pictóricas se encuentran desde la primera escena, inspirada en La última Cena de Leonardo Da Vinci, hasta la última en la que el protagonista recuerda al Cristo de Mantegna.

A la salida del estreno de Mamma Roma se produjeron incidentes con un grupo de estudiantes fascistas pertenecientes a Giovanne Italia y Avanguardia Nazionale, con agresiones incluidas. La prensa se hizo eco de ellas tergiversando los hechos para proclamar que «el infame» había recibido el justo castigo. Dos días después Laura Betti, gran amiga y actriz en algunas de las películas de Pasolini, fue agredida por unos desconocidos en la puerta de su casa. De las denuncias, a los ataques de la ultraderecha. Alguien estaba moviendo los hilos y los seguiría moviendo hasta tejer el trágico final de Pasolini.

Cuenta Miguel Dalmau que Pasolini recuperó inmediatamente un proyecto aparcado que le obsesionaba: filmar la vida de Cristo. El papa Juan XXIII propuso en 1962 una iniciativa innovadora consistente en un diálogo entre la Iglesia y los artistas no católicos. Pasolini participó en este evento que tuvo lugar en Asís. «Estando solo en su celda, se encontró sobre la mesilla un ejemplar de los Evangelios y quedó atrapado por el de Mateo … tras la lectura comprendió que había encontrado la belleza absoluta«. Se puede considerar que Pasolini tuvo una iluminación y fue invadido por una enorme energía que le llevó a abordar el proyecto de filmar El Evangelio según Mateo estrenada en 1963. L’Osservatore Romano, con la bendición del papa Francisco, calificó el film como «una de las más bellas películas rodadas sobre la vida de Jesús». Según muchos críticos se trata sin duda de la mejor. Pasolini quiso que su propia madre, Susanna Colussi, fuera la encargada de representar a María. Ella, que nunca había actuado, no tenía ni idea de cómo hacerlo y las tomas resultaban un desastre, hasta que Pasolini le pidió que actuara como si Jesús fuera él, su hijo, en una decisión totalmente profética pues se veía en cierto modo representado por la incomprensión y los padecimientos; puede que incluso intuyera como sería su fatal desenlace. Para el papel de Jesús, buscó y rebuscó. Quería un poeta pues según él «un hombre de la calle no es suficiente para asumir el rol de Jesús … A la inocente expresividad de la naturaleza se necesita añadir la luz de la razón». Esa era la luz que buscaba en la mirada del actor, la de un poeta. Tras recibir numerosos rechazos de algunos con los que contactó, de repente ocurrió un milagro al recibir la visita del joven universitario barcelonés Enrique Irazoqui, un militante antifranquista que estaba en Italia buscando fondos y apoyos para luchar contra la dictadura. Su madre era italiana de origen judío. Su padre había acompañado a Antonio Machado en su huida. Según Irazoqui, llegaron a la casa de Pier Paolo y cuando estaban sentados en el sofá, Pasolini dio un salto y se fue corriendo a llamar por teléfono oyéndole gritar: «Ho trovato Gesú! Gesú è a casa mia!». Pasolini huyó de los planos frontales, utilizó un helicóptero para rodar la escena del bautismo con tomas cenitales y potentes zooms; con los picados y contrapicados exploraba todas las expresiones de los actores. Revolucionó el lenguaje cinematográfico en su totalidad.

Recientemente he visto en un capítulo de la serie española, candidata a los Premios Feroz, «Autodefensa«, un especie de sermón de la montaña a imitación del que aparece en esta obra maestra (misma estética, blanco y negro, vestuario de imitación, así como también el paisaje de fondo), con un resultado que no me atrevo a calificar. Si se trata de provocar mucho más que el autor de la escena plagiada, en el penúltimo capítulo de la serie (19 minutos de sufrimiento), lo ha conseguido sobradamente. Alcanzar cotas del peor gusto posible no debe ser una tarea fácil.

La banda sonora que utiliza Pasolini en su Evangelio comprende algunos pasajes de la Pasión según San Mateo de J. S. Bach, igual que en Accattone. Se trata sin duda alguna de la más excelsa música que se ha compuesto y se compondrá jamás (hago esta afirmación sin haber escuchado todos los reguetones). También utiliza otras piezas de Bach, así como de Mozart, Prokofiev, Webern y el Gloria de la Misa Luba (texto de la misa católica sobre temas musicales congoleños). En sus siguientes filmaciones colaborará principalmente con Ennio Morricone.

Pajaritos y Pajarracos es una comedia ácida estrenada en 1966 y el mejor trabajo interpretativo del cómico Totó, contando por primera vez con la colaboración de Ennio Morricone como compositor de la banda sonora. Los créditos iniciales son presentados en forma de canción. Como broma del propio compositor, al presentarse a sí mismo como músico se oyen unas carcajadas de fondo. Según cuenta él en la película biográfica «Ennio, el maestro», fue una forma de burlarse de los profesores y directores de música clásica que no le calificaban como músico por ser las bandas sonoras un género menor.

Con Edipo Re (1967) y Medea (1969) hace una experimentación formal de dos tragedias griegas. La primera con claras referencias personales: asesinato de Edipo, el padre, y casamiento con Yocasta, la madre. Con la filmación de escenas con la cámara en movimiento se anticipa al posterior cine del Grupo Dogma. La segunda tiene como protagonista a Maria Callas siendo la única película en que la diva del canto participó. Gran amiga y admiradora de Pasolini recibió de él un anillo, hecho que ella malinterpretó llevándose un tremendo desengaño (se llegó a publicar como segura la boda de ambos). A Pasolini le sirve para tratar el tema de la homosexualidad que tantos problemas le trajo.

En 1968 estrena Teorema de la que escribió el guion mientras se recuperaba de una grave hemorragia gástrica. Se la considerada por algunos su obra maestra juntamente con El Evangelio. En palabras de Miguel Dalmau se trata de una alegoría en forma de teorema matemático destinada a mostrar lo que ocurriría si el elemento sagrado de la civilización campesina, que se había perdido a causa del progreso, irrumpiera en el epicentro burgués que había acabado con él. Un apuesto joven llega a una familia burguesa (padre, madre hijo e hija y una criada). Todos se enamoran de él y hace el amor con cada uno de ellos desapareciendo después. Pasolini a continuación cuenta la suerte de los personajes abandonados después de recibir una «visitación». Según el propio Pasolini «es la historia de una visitación de Dios, según la tradición bíblica». La película fue declarada inmoral por la Iglesia Católica. Realmente es una película desconcertante: en un 70% se trata de cine mudo a pesar de estar rodada en color y aparece el primer desnudo integral del cine no pornográfico. Pocas semanas después de su estreno, únicamente para críticos de cine, la fiscalía de la República ordenaba el secuestro de Teorema por obscenidad.

Pocilga (1969) narra dos historias, influenciado por las revueltas mundiales de 1968. La primera, de título Orgía, transcurre en un paisaje solitario de la época preindustrial donde sobrevive un joven vagabundo que se alimenta de animales llegando a probar la carne de un enemigo muerto, convirtiéndose en adicto al canibalismo y en líder de una pandilla juvenil que buscaba cuerpos para alimentarse. Finalmente es capturado y condenado a ser devorado por los perros. La segunda lleva por nombre Pocilga y está ambientada en la Alemania de los años sesenta. Dos grandes empresarios rivales acaban congraciándose a partir del chantaje bidireccional. Cada uno sabe del otro cosas terribles. Uno es un antiguo criminal nazi y el otro tiene un hijo con una afición oculta: practicar sexo con los cerdos.

La llamada Trilogía de la Vida formada por El Decamerón (Festival de Berlín: Oso de Plata – Premio Especial del Jurado), Los Cuentos de Canterbury (premiada con el Oso de Oro de Berlín) y Las Mil y Una Noches (Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado), fue estrenada en los años 1971, 1972 y 1974 respectivamente.

Saló o los 120 días de Sodoma, su última película, es una lectura bastante libre de Las 120 jornadas de Sodoma o la escuela del libertinaje que Sade escribió en la cárcel de la Bastilla a finales del XVIII. Pasolini dividió el guion en «círculos», un orden inspirado en la Divina Comedia, transportando la acción a la República de Saló de Mussolini, estableciendo así una clara relación entre el sadismo y el poder nazi-fascista representado en el film por cuatro figuras respetables: un juez, un obispo, un aristócrata y un financiero. Ellos secuestran a jóvenes de la comarca a los que someterán a todo tipo de vejaciones y torturas. Miguel Dalmau nos indica que se trata de un film conceptual y reproduce parte de la entrevista que realizó al cineasta Gideon Bachmann para explicar diversos aspectos de la película. Existe una versión filmada de esta entrevista que os puedo facilitar si alguno de vosotros tiene interés en ella. Lo que el público no entendió, y sigue sin entender, es que se trataba de la asimilación del poder a la industria consumista, un consumismo en manos de las multinacionales y también de la propia industria italiana, que da de comer heces a esos jóvenes a los que ha sometido previamente a su voluntad y que en realidad son nuestros hijos. Eso no lo hubieran conseguido con una sociedad campesina y tradicional. También refleja la paradoja de la libertad sexual. Dice que en un momento de represión está prohibido todo mientras que con la libertad sexual está permitida una parte y el poder determina en qué consiste esta parte, en referencia a la invisibilidad de la homosexualidad y otras prácticas. Pasolini no vio estrenar la película (1975).

Pier Paolo Pasolini fue asesinado 6 horas después de haber recibido en su casa al periodista y profesor de la Universidad de Bolonia, Furio Colombo, que había participado en la realización de la película El caso Mattei. Mattei fue un industrial del sector petrolero que murió en circunstancias extrañas atribuyéndose su fallecimiento a intereses político-financieros, aunque la versión oficial fue la de un simple accidente. Lo que sigue es un extracto del capítulo del libro de Miguel Dalmau en el que explica su final. El asesinato se produjo en la playa de Ostia alrededor de la medianoche. Pasolini había convencido a un joven chapero de los arrabales de Roma para que subiera a su vehículo. Pino Pelosi, que huyó con el Alfa Romeo de Pasolini, confesó haber sido el autor del crimen. Un par de días después del asesinato, un confidente de la periodista Oriana Fallaci que pertenecía a la agencia Reuters le informó que el coche de Pasolini había sido seguido por un par de motoristas, los hermanos Borsellino. Por otro lado, Franco Rossi, cronista de Paese Sera, recibió una carta anónima informando que el coche de Pasolini había sido seguido por otro con matrícula de Catania con cuatro personas muy conocidas por los ragazzi de las arcadas de Stazione Termini.

Sergio Citti, director de cine, amigo y colaborador de Pasolini comentó de él que había ido a Ostia para negociar con unos delincuentes comunes el rescate de las bobinas de Saló robadas poco antes en Cinecittà pues el estudio se había negado a pagar un rescate enorme y que Pasolini había creído ingenuamente que lo conseguiría con la ayuda de Pelosi. Éste manifestó que tuvo que deshacerse de Pasolini con una tabla que encontró en el suelo, para escabullirse del cineasta que iba tras él provisto de un palo mientras le proponía acciones vejatorias. El cadáver fue identificado por Ninetto Davoli, su pareja durante muchos años y actor en muchas de sus películas. Los resultados de la autopsia fueron los siguientes: fractura de mandíbula y de esternón, diez costillas rotas, algunos dedos fracturados, una oreja desgarrada por la mitad, heridas graves en la cabeza y en la cara, dos lesiones en el hígado, trauma en los testículos y estallido del corazón. El cadáver se encontró boca abajo con la cabeza hundida en el fango. Imposible para una única persona ayudada por una tabla.

Pino Pelosi, el asesino oficial, confesó en 2005 después de pasar una larga temporada en prisión que él no había participado en la muerte del poeta, aunque sí habían ido juntos a Ostia y habían practicado sexo oral en el coche siendo interrumpidos violentamente por varios hombres «con acento del sur». Ellos le habían sacado del coche propinándole un golpe en la cabeza quedando contra una valla viendo lo que sucedía. Hicieron lo propio con Pasolini a quien un mínimo de tres personas golpearon sin piedad con objetos contundentes, incluyendo cadenas. Consiguió escapar y recorrer unos metros mientras se sacaba la camisa para detener el chorro de sangre que le salía por la cabeza. Capturado de nuevo, recibió una enorme patada en los testículos que le provocó una fuerte hemorragia y la pérdida parcial del conocimiento. A continuación, los asesinos pasaron con su coche varias veces sobre su cuerpo. Al parecer, varias personas que vivían en las barracas de los alrededores oyeron y presenciaron desde la sombra los acontecimientos. A la mañana siguiente alguna de ellas refirió el episodio a un periodista. Según él, Pasolini estuvo llamando a gritos a su madre, mientras los otros lo golpeaban al grito de «rojo» y «maricón». Posteriormente, el testigo se negó a contarlo a la policía. Los asesinos se habían encargado de amenazar a todos los testigos con quemarles las barracas igual que a Pelosi que se inventó una historia y se mantuvo en silencio durante treinta años. Otro testigo ocular que llevaba 50 años semi oculto en Nueva York manifestó que lo vio todo, incluso un coche de policía que no hizo nada para evitar el desenlace.

Al día siguiente de su asesinato, alguien entró en el estudio de Pasolini en la Torre de Chia y robó un capítulo entero dedicado a Eugenio Cefis del manuscrito de Petróleo, su última novela en la que pretendía encontrar la conexión entre Enrico Mattei, fundador y presidente del ENI (Ente Nazionale Idrocarburi), fallecido en un misterioso accidente de aviación y Eugenio Cefis que le sustituyó en el cargo, de quien sospechaba había tenido que ver con su fallecimiento. Pasolini quiso entrevistar e Cefis, muy esquivo y nada favorable a facilitar datos e imágenes sobre él, por lo que un empresario afín, Giuseppe Rati, fue el encargado de atenderle y por tanto quien le sometió al interrogatorio acerca del que fue también presunto fundador de la Logia P2. Las indagaciones que figuran en la novela están centradas en las connivencias de Cefis con la Democracia Cristiana y las Fuerzas Armadas y sus relaciones con la CIA para eliminar a Mattei. Según Dalmau también, hay quien sostiene que el asesinato de Pasolini debe interpretarse como un episodio más de esa estrategia orquestada desde el Nuevo Poder para evitar una deriva comunista de la sociedad italiana. Ese capítulo apareció años después en manos de un senador del partido de Berlusconi, condenado por pertenencia a la mafia.

Tommaso Buscetta, un importante desertor de la Mafia (arrepentido), declaró que la Mafia Siciliana había estado involucrada en el asesinato de Mattei. De acuerdo con Buscetta, Mattei fue asesinado a petición de la Cosa Nostra estadounidense porque sus políticas dañaban de manera importante sus intereses en al Medio Oeste de los Estados Unidos. Mauro de Mauro, periodista que en 1970 investigaba la muerte de Mattei, fue secuestrado por la Cosa Nostra y su cadáver jamás fue encontrado. De Mauro fue víctima del poder de las Siete Hermanas, nombre con el que Mattei bautizó al cártel de petroleras de USA.

Para terminar, os dejo un link a la música que Ennio Morricone, su amigo, colaborador y admirador, escribió para la película «Pasolini, un delitto italiano» rodada en 1995, basada en las incógnitas que aún existían sobre su asesinato. Morricone compone un emotivo adaggio en el que incluye un poema de Pasolini recitado por el propio autor.

POST SCRIPTUM:

Os deseo un Feliz 2023. Por mi parte intentaré hacer menos pesadas mis entradas al blog, mantener una regularidad en las publicaciones y mejorar el interés de los contenidos. Tenéis que perdonarme; soy totalmente novato.

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Muchas gracias y un fuerte abrazo.

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2 comentarios en “Pasolini II, (Filmografía y Asesinato)

  1. Agusti. Es bo. Hi has treballat força. Jo, per l’edat que tinc, recordo alguns dels noms que cites. Tens cap inconvenient em que el reenvii a alguns contactes meus? Bon any 2023

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